En este artículo, Carreño (2007) habla de algunas de las
experiencias que vivió, mientras realizaba una etnografía sobre los ritos de curación
de los chamanes de diferentes pueblos indígenas, para un proyecto de investigación.
Llama la atención que, contrario a lo que vemos en otros
artículos de esta índole, en este, la autora habla en primera persona, y comenta
acerca de lo que observó de una manera más subjetiva (lo que no es
necesariamente malo). Comparte lo que vio y escuchó, pero también menciona
aspectos de su mismo comportamiento, y de la interacción entre las personas que
observaba y ella. Incluso incluye citas de su diario de campo, donde Carreno
(2007) escribe sus impresiones de lo vivido en las comunidades donde iba a
observar.
Podemos ver que la autora no sólo estuvo cómo
observadora, sino que se involucraba con la comunidad, e incuso participaba de
las ceremonias de curación. Cómo menciona, citando a su informante clave, “si
no van a ayudar, es mejor que se vayan, no necesitamos gente que moleste o que
no crea” (Carreno, 2007, p. 165). Así que, ella debía de bailar, cantar, comer,
platicar, etc., como los demás miembros de la comunidad, incluso ella misma fue
curada al tomar una infusión que una curandera le dio.
Esto me parece muy importante porque, para poder
comprender mejor a las personas que estamos observando, debemos ver las cosas
desde su perspectiva. Si se pretende entender cómo funciona determinada
práctica social, se debe tomar en cuenta la manera en que los participantes en
dicha práctica la observan. Y para saber cómo observan los participantes dicha
práctica, lo mejor es, no sólo platicar con ellos, sino involucrarse en la
mayor medida posible, ser parte de la práctica social. Como Carreño (2007)
menciona:
“El observador también adquiere un lugar al incorporarse como un sujeto capaz
de reconocer la legitimidad de significados creados, arbitrariamente, en el
campo que ha elegido para observar. Al estar ahí nos incorporamos a la eficacia
de los símbolos y nos hacemos parte del reajuste social que significa la sanación”
(p. 186).
De esta manera, podemos ver las cosas desde la perspectiva de los actores
sociales, y explicar el proceso de una mejor manera.